Atropellan y matan a la hija de Eva Cobo y Toni Cantó

La periodista, Carmen Múñoz, de El Periódico de Cataluña. Publica esta noticia en su edición digital de hoy sábado;
"Un conductor ebrio mata la hija de Toni Cantó y al sobrino de Xavier TriasLa fallecida, hija del actor y de Eva Cobo, viajaba junto a un amigo en el vehículo embestido en Cabrera de Mar.

El conductor, que está detenido, quintuplicaba la tasa de alcoholemia

Un conductor que circulaba en una furgoneta en sentido contrario por la carretera C-32, a la altura de Cabrera de Mar, colisionó frontalmente contra un vehículo en que viajaban Carlota Cantó Cobo, de 18 años, hija de los actores Toni Cantó y Eva Cobo, y Javier A. G., sobrino del candidato a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, y vecino de Barcelona.

El suceso ocurrió a las 4.46 horas de la madrugada en el kilómetro 100,2 de la carretera C-32. El conductor de la furgoneta, Alejandro S. R., de 41 años, quintuplicaba la tasa de alcoholemia permitida y permanece ingresado en el hospital de Can Ruti con heridas de diversa consideración.
Alejandro S. R. ha quedado detenido por dos delitos de homicidio y uno contra la seguridad del tráfico. El conductor se negó a que se le practicar la prueba de alcoholemia, pero por orden del juez se le realizó un análisis de sangre. La hija de Toni Cantó y Eva Cobo residía en Barcelona."

Después de haber leído esta noticia tan tremenda, volveremos a recordar al peatón que embistió y mató el bailarín Farruquito -sin carné de conducir- y  de cómo se dió a la fuga, como un cobarde. Esto conmovió a la opinión pública, que enseguida pedimos que se endurecieran las penas para los conductores kamikaces, borrachos, drogados o simplemente inconscientes, que cojen un coche y no se dan cuenta de las consecuencias de su mal uso.
Ahora volveremos a abrir ese debate porque siempre, las personas con notoriedad pública, consiguen ese poder que los anónimos no tenemos. Aunque el desgarro, la impotencia y el dolor no habrá nada ni nadie que lo aplaque. Es horríble perder a una persona por la inconsciencia de otra. Morir por nada.
No volver a besarle, ni a decirle lo mucho que le querías o simplente, tener la opción de la ceremonia de la despedida.
Lo siento en el alma y con el corazón encogido. Tengo una hija y no sabría cómo afrontarlo.